martes, 16 de octubre de 2012

                La caza, sector económico


SEGÚN LA ESTIMACIÓN DEL ESTUDIO ELABORADO POR JOSÉ LUIS GARRIDO, DIRECTOR GENERAL DE FEDENCA, LA CAZA GENERA UNOS TRES MIL SEISCIENTOS TREINTA Y SEIS MILLONES DE EUROS (3.636 MILLONES DE €) QUE PAGAMOS LOS OCHOCIENTOS MIL CAZADORES CADA AÑO, A RAZÓN DE UNOS CUATRO MIL QUINIENTOS EUROS (4.500 EUROS) DE MEDIA POR CAZADOR. ADEMÁS MANTENEMOS 54.000 PUESTOS DE TRABAJO CADA AÑO, PRECISAMENTE EN LAS ZONAS MÁS DEPRIMIDAS.

 
Cazadores comiendo en el coto "Las Bílligas", en Herencia (C.Real), Con Daniel Martín de anfitrión
La caza es una actividad reglada cuya necesidad para la sociedad es un hecho irrefutable, pero no por motivos económicos. La caza que nosotros preconizamos: racional, deportiva, ética y sostenible es una actividad imprescindible para el equilibrio de los ecosistemas y la recuperación de la fauna silvestre más sensible; para el control poblacional y la remisión de daños a las personas, a la ganadería, a la agricultura y a las cosas, así como para mantener los valores silvestres de la bravura y seleccionar a los especímenes mejor dotados de una población cinegética.

No buscamos desde la  estructura federativa argumentar lo recomendable que es la actividad cinegética por el dinero que induce, ya que no consideramos que sea el atributo de mayor enjundia de la caza, aunque sí reconocemos que es un aspecto a valorar y conocer, especialmente en momentos como este, tan sensibles para la economía familiar.

Gallegos en La Mancha
 Si los cazadores no hubiéramos controlado la población de jabalíes, la agricultura sería imposible en muchas comarcas, la ganadería porcina podría verse comprometida sanitariamente en algunos espacios y circular por las carreteras al atardecer sería muy peligroso. El mismo comentario podemos hacer sobre el conejo de monte en lo que se refiere a la agricultura. Desde el año 2001 hemos cazado en España 1.805.384 jabalíes, 1.005.157 venados y 195.811 corzos, que son las tres especies que más accidentes producen. En estos últimos 11 años también hemos cazado 56.026.016 conejos de monte. La caza ha sido la solución para un problema muy acuciante.
La media  de los gastos por cazador es un dato matemático, que da una pista; pero despista. Hay cazadores cuya gasto anual es solamente (nada menos) unos  trescientos euros, porque cazan en su pueblo porque pagan licencia, seguro, permiso armas, guía, cartuchos, pertrechos, amortización de arma en algún caso, perro generalmente y otros gastos varios que encajan en algún subsector. Pero hay otros pudientes que gastan treinta mil euros cada año y alguno muy singular, muchos miles más. La inmensa mayoría estamos entremedias.
 
Una vista del fenomenal coto "La Atalaya",  próximo a Puerto Lápice (C. Real)
La pregunta de ¿cuánto nos cuesta poder ir a cazar un jabalí, un lobo, un corzo, una perdiz o una liebre y cuánto cuesta cada especie por ser cazada?, que son dos cantidades muy diferentes, se desmenuza en este trabajo, que tiene más recorrido. Lo que nos cuesta en todos los casos, además de lo pagado por cazar, requiere sumar otros diecisiete subsectores.

Hablar de economía de la caza en este momento obliga al menos a poner las tablillas de primer orden en este coto. Los cazadores somos un grupo social segmentado y transversal de unos ochocientos mil ciudadanos en España con una mayoría de practicantes con edad entre veinticinco y sesenta y cinco años; que es el sector de edad del paro. Como a todo gran grupo español, los índices de población activa española nos tocan de lleno. Quiero decir que si la tasa de paro para ese segmento de edad activo está en el 25%, el porcentaje de cazadores en paro es idéntico. Esto supone que doscientos mil (uno de cada cuatro cazadores) están desempleados.

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