domingo, 9 de octubre de 2011

Comienza una campaña de menor marcada por los incendios y la decadencia de la perdiz

      PASO A LA TEMPORADA DE CAZA

García-Borregón invita a una caza de futuro, responsable, ética y sostenible, para que la sociedad entienda a los cazadores


Texto: Merchy Brea
Fotos: Paco Gisbert Tomás

Como ocurre cada año en todos los desvedes, y aunque el panorama no sea tan alentador como todo los aficionados del deporte venatorio quisieran, los cazadores gallegos tienen depositadas en el día 16 de octubre, un montón de ilusiones y miles de esperanzas ante el levantamiento del telón de la veda a nivel general.


Este es, sin duda, un día mágico en Galicia. No importa que el panorama cada vez sea más desalentador en lo que a la caza menor se refiere. Que cada vez sean más los terrenos que quedan abandonados. Que el monte nos esté comiendo en el viejo Reino de Galicia. Que haga bueno o mal tiempo. Que llueva a caigan chuzos de punta. Que seamos los últimos de España en abrir la campaña… Nada importa. Nada. El ánimo, la fantasía y el optimismo lo impregnarán todo. Hasta las nerviosas y ajetreadas vísperas nos delatan que estamos ante el gran acontecimiento del año a través de una excitación que incluso se trasmite a toda la familia.

Todo a pesar de que ya nada es como antaño, y no me refiero al mayor o menor número de capturas que pudieran o pueden efectuarse. No, me refiero a que antes la escopeta solamente se cogía (salvo los que lo hacían por necesidad) en la época que duraba la temporada hábil de caza, mientra ahora prácticamente se caza “a la carta” durante todo el año. La celebración de campeonatos, concursos, caza intensiva, ganchos, batidas…, nos proporcionan la ocasión para hacerlo. Cuarenta años atrás  todo el mundo cazaba en su terruño, no había cotos, todo era armonía y compañerismo, y nadie o contados eran los cazadores que iban a ejercer a Castilla, mientra ahora “la moda” es presumir de ello. Verdad que los tiempos han cambiado, pero en este caso, para peor, pues últimamente también han aparecido la vividores de turno, los figurones y hasta los estafadores, que los hay.

A pesar de todo ello y de que cuando llega el tiempo oficial de caza la morriña está presente en aquellos legendarios cazadores que hoy rozan o pasan de los 60, hay cosas que prevalecen. Como que la caza sigue siendo el deporte más practicado en Galicia y la fiesta rural y campesina por antonomasia, y que la ilusión por estrenar la temporada oficial sigue tan presente como siempre. Una apertura que, al igual que si fuese una obligación, un rito, el ver los aficionados romper el día en el monte es algo que va parejo con el estreno.


Cierto que las opiniones son muy dispares en cuanto a la situación de la  caza menor en el País Gallego, así los hay que entienden que estamos ante la mejor temporada de los últimos años, mientras los más pesimistas dicen que el monte está limpio de especies, pasando por aquellos otros que ven la botella medio llena. De todo hay.

En todo caso, para el Jefe del Servicio de Caza y Pesca de la Xunta, Jesús Marquina, “la temporada en mayor será buena en lo relacionado con el jabalí y el corzo, mientra la menor no variará mucho de la precedente, que no fue mala”.



Por su parte el Director General de Conservación da Natureza, Ricardo García-Borregón, reconoce que los tiempos que corren no son para echar fuegos y mejor  “pensar en una caza de futuro, responsable, en una caza más ética, más sostenible, para que la sociedad entienda mejor la labor fundamental que tienen los cazadores y la actividad cinegética en el equilibrio de las poblaciones”.

El caso es, que ya tenemos aquí la ansiada estación venatoria y si bien esta va estar condicionada por los cientos de incendios forestales que hemos padecido hasta hace pocos días y por la escasez de piezas como la perdiz, a pesar las fuertes inversiones y múltiples  trabajos que realizan en sus acotados las sociedades con vistas a recuperar poblaciones perdidas, lo que nadie le va a quitar a los cazadores de aquí es el derecho a poder soñar.

Una apertura general, por otra lado,  que le da vida a un rural gallego "muerto” y en cuyo estreno no está de más hacer un llamamiento a la prudencia, a la deportividad y a la moderación. Por lo tanto, mucha precaución y serenidad a la hora de disparar, pues una cree que  ¡¡¡YA HUBO BASTANTES MUERTOS!!!  Suerte a todos y todas.

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