jueves, 5 de enero de 2017

ADIOS A LA TEMPORADA DE MENOR 2016 EN GALICIA


LA TEMPORADA DE CAZA MENOR TERMINA CON DIVISIÓN DE OPINIONES

 
Texto y Fotos:Luís Macías

Cuando estas líneas vean la luz del día faltarán unas horas para que concluya la temporada de la caza menor en Galicia, solo el zorro y en batida se podrá cazar hasta el día 14 de febrero. Un adiós cinegético más bien triste en lo que a las especies menores más emblemáticas se refiere. Los cazadores con los que hemos hablado (más de un centenar), nos fueron desnudando una realidad cinegética gallega que cada año que transcurre toca, desgraciadamente, más fondo. Así decir, que solo unos pocos se mostraron complacientes con los resultados cosechados. Otros nos dijeron no haber estado del todo mal la cosa. Algunos se pronunciaron de forma conformista ya  que, según ellos,  no se puede pedir milagros al campo. Y los más, el núcleo fuerte, el más nutrido, evidenció su descontento.

 
Cazadores en La Mancha
Desde luego que el rendimiento venatorio es el que es. La caza gallega no da para má, pues si bien es cierto que la perdiz crió bien, el conejo no se vio atacado por las enfermedades y la liebre aumentó población en algunos lugares, si no hay semilla no puede haber cosecha. Me explico, si no quedaron madres al final de la pasada temporada, por muy  bien que venga la época de reproducción, no dejará de ser un crecimiento de “consolación”, pues, como dicen los navarros, “donde no hay mata no hay patata”.

 Así que la realidad es la que es. Y esta campaña, salvo algunas excepciones, que sin duda las hubo, pocas alegrías deparó en general al personal. La perdiz autóctona cada vez es más escasa. El conejo sigue sin empezar a recuperar poblaciones perdidas. Liebre hay la que hay, poca y contados son los “tecores” en la que se le puede cazar. Las torcaces prácticamente este año dieron plantón a sus incondicionales. Y los tordos, que ante la falta de otras volátiles a que dispararles están acaparando últimamente más protagonismo del esperado, tampoco hicieron acto de presencia como otros años.


 Lo más positivo fue la codorniz en los acotados de la Comarca de A Limia (Ourense), únicos en Galicia en los que se puede cazar esta especie junto con la torcaz y la tórtola, en la “media veda”. También, los patos entretuvieron a sus forofos, a pesar de que no se le puede disparar allí donde más abundan por ser “zonas de seguridad”. El zorro, que sigue en línea ascendente, y ofreció jornadas gloriosas a  sus seguidores. Y la becada, que no defraudó a sus “hinchas” y para cuya  hace falta un buen perro, buenas piernas y buena puntería.

De todas formas Galicia no es una excepción en el mapa venatorio español. No,  pues en todas partes se cocinan las mimas habichuelas y así, hasta algunos medios de comunicación nacionales se hacían eco no hace mucho del bajón histórico que sufre la caza menor incluso en ese paraíso cinegético llamado La Mancha. Tanto, que acotados de renombre han limitado ya a media temporada días hábiles, horas para andar por el campo  y piezas a cazar por jornada.

Pero volviendo a lo nuestro y como San Huberto sabe, el paisaje cinegético gallego en general y en lo que a las especies base de la caza menor se refiere, es, cuando poco, preocupante ¿La culpa? Por supuesto que no es de los cazadores que gastan sus buenos dineros cada año en repoblar y cuidar sus tecores (cotos). Pero el hábitat, cada vez es menos adecuado. Las enfermedades, que siguen causando estragos en las filas conejeras. Los incendios, que lo destruyen todo. Y los predadores, que siguen aumentado de manera alarmante. Son los elementos negativos a los que habría que culpar principalmente de la situación actual y a los que se debería buscar solución urgentemente o dentro de un tiempo no muy lejano veremos desaparecer totalmente de la campiña gallega especies tan representativas en la caza menor como la perdiz, el conejo o la liebre, como de hecho ya ocurre en algunas de nuestras comarcas.
 
En resumen, que bajado el telón de la veda en general,  ya solo queda a tiro por unos días más el raposo. Que junto a las especies mayores, jabalí y corzo, podía decirse que fue la estrella de la caza menor en esta estación cinegética. Por lo demás bien. La caza mayor sigue colonizando tierras, especialmente el puerco bravo y el venado  y ello repercute no solo en las abundantes capturas que se consiguen, sino también en ese trasiego de cazadores de menor a mayor. Feliz 2017 a todos.

 

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