LA SEMANA SANTA  UNA BUENA ÉPOCA PARA LA PESCA

Dicen pescadores expertos que posiblemente estemos ante un fin de semana truchero esperanzador. El nublado que tenemos y las temperaturas que disfrutamos, son las bases en las que fundamentan tal apreciación.

La verdad es que hasta ahora, la cosa no ha ido tan bien como todos quisiéramos, pero tampoco tan mal como los agoreros “de turno” predican. Curiosamente, algunos de esos “agoreros” son precisamente los  mismos que luego pregonan que pescar más o menos carece de importancia y que las truchas están mejor en el río que en la cesta. Nos parece bien como una opinión más, pero entonces ¿Por qué se quejan?

Dejando a un lado opiniones interesadas, tenemos ahí a la vuelta de la esquina la Semana Santa. Una semana de pasión también piscícola, en la que muchos aficionados que aún no han pisado el río, darán rienda suelta a su afición pesquera; mientras los que ya llevan varias jornadas intentándolo volverán a repetir sacrificios, posturas y lances de días atrás, buscando el tenso y emocionante momento de la picada de la “reina” de nuestra aguas continentales: la trucha.

Los embalses pueden ser un buen sitio para provocar a las “pintonas” de más peso y tamaño,  siendo el pez artificial y el cebo natural los engaños más recomendables. En los ríos, tal y como van de caudal, si pescamos con mosquito (empiezan a entrar en las horas calientes del día a las moscas de tonalidades más oscuras), habrán de buscarse las corrientes. Mientras que si lo hacemos con cucharilla o pequeños peces artificiales, cualquier sitio puede ser bueno para lanzar estos señuelos. De todas formas, donde no esté prohibida, la universal “miñoca” (lombriz), a pesar de estar las aguas claras, siempre nos  proporcionará  las mayores alegrías.