lunes, 23 de abril de 2012



ADIOS, RIPAMONTI, HASTA SIEMPRE …
Fue Juéz-Arbitro Nacional de Pesca


"Ripa" en plena faena en uno de los muchos congresos de Periodipesca a los que asistió
 
Así, a primera vista, parece frío o lejano nombrar por el segundo apellido a un finado en el adiós definitivo. Pero no es este el caso. Hay apellidos y personas que por su especial idiosincrasia y onomatopeya, rima mejor con ellas el apellido que el nombre. Y en el caso de  Jesús García Ripamonti, se daba esta circunstancia. Es más, por su cercanía para con todos nosotros, por su bonhomía, por su buen hacer, por su educación por su  amabilidad y potras muchas virtudes,  todos le llamábamos –cariñosamente- “RIPA”. Cosa que él siempre agradeció con esa su eterna sonrisa que nunca le abandonó.

Hay quienes pasan por la vida como un torbellino de polvo que lo único que hacen es molestar a la vista, ofender a los oídos cuando hablan e insultar a la inteligencia cuando escriben. Pero Jesús fue una brisa sobria de primavera cargada de bondad y de alegría que jamás endosó a nadie un monólogo de esos que a todos nos recuerdan a Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes. NO. Ripamonti era comedido en todo, diligente en lo suyo y puntual a la hora de enseñar a los demás. Pues no habrá nadie en PERIODIPESCA que pueda dar fe del menor atisbo de petulancia o grandilocuencia en lo que a Ripa se refiere, pues esos dos ingredientes suelen ser el denominador común de lo que portan las alforjas de los necios.

Ya venía como juez de PERIODIPESCA cuando trabajaba en la multinacional Nestlé en calidad de Profesor Mercantil. Tomando como base sus conversaciones con todos y cada uno de nosotros, bien le podemos definir profesionalmente como un hombre escrupuloso en su trabajo. Pero no pegajoso ni puntilloso. No. Jesús, fue un hombre leal tanto para su empresa como para sus compañeros de trabajo. Un buen trabajador que dominaba en profundidad y practicaba con agrado la carrera que estudio en tiempos difíciles, pues Ripamonti jamás se arrugó ante las encrucijadas de la vida.


Entrañables e insepables, "Ripa" y Pepe Saavedra. Que Dios los tenga en la Gloria

Es curioso como después de tantos siglos los humanos no hemos aprendido todavía a respetar unas leyes de la naturaleza que siempre permanecieron inmutables para todos y para todo. Todo en el universo nace para morir, incluso este geoide terráqueo tiene marcado su fin. Pero aun así, sufrimos las ausencias como una parte nuestra que son. Sin querer emular a los filósofos y menos a los poetas, bien se puede afirmar que  un ser humano es él y el mundo que le rodea. Por eso, si una parte de ese micromundo se pierde, siempre se perderá lo mejor, qué es lo más reciente y por eso nos ponemos tristes como en el caso de Ripamonti. Nosotros no somos diferentes a los demás y aun cuando atentemos contra esas frías y asépticas leyes naturales, siempre en casos tales se dibujará una mueca de dolor e incomprensión en nuestro semblante. ¿Porqué nos lo quitas ahora?. … Ha preguntado la humanidad a sus dioses desde sus albores. La muerte es una ley natural no asumida en nuestra cultura. Y nosotros, los de PERIODIPESCA, no somos diferentes.

Ya no levantaremos la vista en el río y veremos a RIPA con su chándal federativo y su anorak multicolor vigilándonos a escondidas de forma que se le viera. Ya no nos dirá a nadie, en secreto, que arte o que orilla del río es la mejor. Ya no medirá y pesará las capturas como los avaros antañones contaban y recontaban el oro de sus rapiñas. Es que Ripamonti era un hombre justo y bueno para todos y en todo.

RIPA, TE ECHAREMOS DE MENOS SIEMPRE.

                                 La Junta Directiva del Club Polideportivo y Cultural PERIODIPESCA   
   

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