lunes, 4 de julio de 2011

LA FEDERACION GALLEGA RESPALDA LA CAZA DEL RAPOSO


LA FGC INSISTE EN LA DEFENSA A ULTRANZA DE LA CAZA DEL ZORRO COMO ELEMENTO REGULADOR DE LAS ESPECIES

Ante las acusaciones vertidas por alguna asociación ecologista en los medios de comunicación, la Federación Galega de Caza  quiere dejar claro, sin entrar en debates estériles, que la caza del zorro se practica en toda España excepto en Baleares y Canarias en donde no existe esta especie.

En cuanto al tema de Galicia,  la orden de vedas  2011-2012, publicada en el D.O.G. el pasado 17 de junio no ha variado con respecto a la del año anterior, en lo que a la caza del zorro se refiere, tiene exactamente el mismo tratamiento.

La función de la caza del  raposo por daños, tratado de forma especial en la orden de vedas al igual que la caza por daños de otras especies, es reducir los daños que pueda producir en la avicultura, en  la fauna silvestre (cinegética o no), así como en la circulación viaria,  y cuando la abundancia desmesurada de la especie pone en peligro el equilibrio del propio ecosistema. Las cacerías de zorro crean un ambiente social y económico en el rural gallego que contribuye en épocas de dificultad a dinamizar el desarrollo de la zona.

Estudios científicos realizados pola Facultad de Veterinaria de la USC avalan los datos publicados sobre la gran densidad  de la especie en la Comunidad Gallega,  la mayor de España, que triplica las poblaciones estimadas como óptimas por los Organismos Internacionales que velan por la conservación de la Fauna Silvestre. Su gran capacidad de adaptación a los diferentes medios ha hecho posible que actualmente sea el carnívoro más extendido en el mundo, según señala el mismo estudio.

La  caza del zorro, sin demagogia ni sentimiento Bambi, es una actividad deportiva que contribuye y optimiza el equilibrio de las distintas especies tal y como muestran los planes de ordenación y aprovechamiento cinegético diseñados y aprobados  por técnicos y científicos en la materia. Dudar de ellos, es poner en duda la objetividad y honradez de los técnicos que los realizan y por tanto deberá demostrarse.

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